Más de 10.000 puestos de funcionarios públicos podrían eliminarse mientras los ministros se esfuerzan por tratar de lograr los ahorros exigidos por Raquel Reeves.
La plantilla ha aumentado en Whitehall durante ocho años consecutivos, con un gran número de funcionarios contratados para ocuparse de Brexit y Covid, y actualmente ronda los 513.000.
El conservadores planeaba eliminar 66.000 puestos de trabajo y se cree que el gobierno laborista también ha llegado a la conclusión de que la función pública es demasiado grande.
Los recortes de empleo son ahora inevitables, se informó anoche, después de que el Canciller ordenara a los departamentos encontrar un 5 por ciento de “ahorros de eficiencia” en la revisión del gasto lanzada esta semana.
Según The Guardian, se está considerando congelar las contrataciones junto con despidos voluntarios, mientras que la Oficina del Gabinete podría disolverse.
Un funcionario del gobierno dijo al Monetary Occasions: ‘Existe una sensación normal de que no podemos seguir creciendo.
“El número de funcionarios públicos en los últimos años ha aumentado cada vez más; los departamentos tendrán que encontrar una manera de abordar los recortes de gastos”.
Más de 10.000 puestos de funcionarios públicos podrían eliminarse mientras los ministros se esfuerzan por intentar lograr los ahorros exigidos por Rachel Reeves.
La plantilla ha crecido en Whitehall durante ocho años consecutivos, con un gran número de funcionarios contratados para hacer frente al Brexit y el Covid, y actualmente ronda los 513.000.
La plantilla ha crecido en Whitehall durante ocho años consecutivos, con un gran número de funcionarios contratados para hacer frente al Brexit y el Covid, y actualmente ronda los 513.000.
Se produce apenas unos días después de que el ministro de la Oficina del Gabinete, Pat McFadden, se negara a dejarse llevar por la perspectiva de recortes de empleos, y de que Sir Keir Starmer declarara que “demasiadas personas en Whitehall se sienten cómodas en el baño tibio del declive controlado”.
El Primer Ministro se vio obligado a insistir en que culpaba a “impedimentos burocráticos” y no a personas después de una reacción violenta encabezada por los jefes sindicales que calificaron sus comentarios de “francamente insultantes”.
Los ministros también están en curso de colisión con los sindicatos por una propuesta de aumento salarial del 2,8 por ciento para profesores, médicos y funcionarios públicos.
Anoche un portavoz del Gobierno dijo: “Estamos comprometidos a hacer que la función pública sea más eficiente y eficaz, con medidas audaces para mejorar las capacidades y aprovechar las nuevas tecnologías”.