Según varias fuentes, Matthews viajó a Alemania esta semana para visitar una clínica “que conoce y en la que confía. Si hay espacio disponible, lo aprovechas”. Esas mismas fuentes insistieron en no obsesionarse con el destino, afirmando que el hecho de que no sea native no debería causar pánico.
También se destacó que: la cirugía por la lesión no revelada de Matthews no está siendo considerada y nunca fue parte de este proceso; el viaje a Europa fue una oportunidad para realizar un “trabajo corporal normal” además del tratamiento de lo que sea que le aqueje; y no debe tomarse como una crítica a la atención de los médicos de los Maple Leafs, ya que “los jugadores obtienen segundas opiniones todo el tiempo”. De hecho, uno de los médicos del equipo de Toronto viajó con Matthews.
Como puedes imaginar, hay mucha sensibilidad en torno a esta situación. Matthews, como la mayoría de los jugadores, es extremadamente reservado acerca de los detalles de las lesiones y la organización quiere respetar sus deseos. Pero es uno de los mejores jugadores de la NHL en su mercado más brillante, con fanáticos y medios clamando por más información cada día que está ausente.
En este punto, la posición de los Maple Leafs sigue siendo la que ha declarado el entrenador en jefe Craig Berube: que con una racha de tres partidos en 13 días, a la larga es mejor que Matthews descanse.